Guía de cuidado Rosas Eternas

Nuestra colección de rosas se conserva en el interior de una cúpula de cristal, que las protegerá del paso del tiempo. Además, descansan sobre una capa fina de musgo preservado. Estas composiciones son la mejor manera de tener un pedacito de naturaleza lleno de color y que no requiera ningún tipo de mantenimiento. A continuación, te explicaremos por qué:

¿Son naturales?

Efectivamente. Nuestras rosas preservadas son flores naturales que no están vivas, aunque lo hayan estado. Han sido tratadas para su conservación, de manera que sus cuidados serán prácticamente inexistentes.

¿No se tienen que regar?

En ningún caso. Las rosas preservadas son flores naturales que fueron cortadas en su mejor momento para someterlas a un tratamiento de liofilización. Este procedimiento consiste en extraer el agua de su interior y cubrirlas de una laca que las mantendrá siempre como si estuviesen vivas. La cúpula de cristal las protegerá del polvo y ayudará a que se conserven mejor.

¿Necesitan luz?

Pueden tener más o menos luz. Como no están vivas, no les afecta la luz. Es importante alejarlas del sol, puesto que los rayos podrían dañar la composición floral. Su lugar ideal será cualquier espacio interior.

¿Y el musgo?

El musgo que acompaña nuestras rosas ha sido sometido al mismo proceso de liofilización, de manera que los cuidados que requiere son los mismos que la rosa. Se mantendrá siempre verde, como si estuviera vivo, pero es importante que en ningún caso reciba la incidencia del sol.